¿El Vigilante De Seguridad y La Formación, “QUO VADIS”?

Nos encontramos actualmente con un escenario donde la brutal crisis que nos acompaña hace ya algunos años, ha modificado lógicamente los patrones de compra de servicios de seguridad privada, donde el factor precio, especialmente en lo que se refiere a licitaciones públicas, prevalece sobre otras consideraciones, como por ejemplo, los planes de trabajo, las mejoras, la formación adicional, etc.

Sin lugar a dudas, con independencia de lo anterior, las empresas, especialmente aquellas que pertenecemos a APROSER, evitamos caer en el error de minorar la calidad en sintonía con el decrecimiento del negocio. Es ahora, en estos momentos, cuando nos reordenamos para intentar ser competitivos en el mercado.

No obstante, son muchos los clientes privados los que, consolidados sus gastos en seguridad, contratan con compañías sólidas avaladas por: la experiencia, la enjundia de los clientes que en ellas depositan su confianza, la seriedad en el cumplimiento de sus obligaciones fiscales y administrativas…

Nuestros Vigilantes de Seguridad, lo son, en tanto en cuanto han superado una formación inicial reglada, un examen que da fe del aprendizaje de lo anterior y un reciclaje “secundum legem”. Son tiempos difíciles y la formación, aun tratándose de uno de los pilares sobre los cuales se asientan las herramientas de su “buen hacer”, desgraciadamente se ha visto penalizada por la valoración que en buena parte de las licitaciones públicas se hace de ella y por la desinversión de algunos clientes privados, quienes destinaban un capítulo dedicado a la mejora de los conocimientos del vigilante venidos de la obligación normativa.

Las empresas también nos reinventamos y buscamos otras vías para instruir a nuestros vigilantes, como por ejemplo la formación “On line” y como pudiere ser la formación “In Company” en aquellos servicios donde fuere preceptivo.

Parece razonable que el legislador, tenga en cuenta el avance de las nuevas tecnologías al respecto de la formación “On line”, donde en la actualidad es posible cursar estudios universitarios a mil kilómetros de distancia de la facultad y donde en el segundo de los casos (In Company), es posible instruir el vigilante mientras realiza su trabajo.

La formación “In Company” ve oposición del legislador y de algunas representaciones de los trabajadores, creyendo desde la Consultoría, que toda oposición frontal requiere de un retranqueo y estudio individual de cada caso; por ejemplo, la formación relativa a la seguridad frente a emergencias (Planes de Emergencia y Evacuación) puede ejercitarse, con el beneplácito del cliente, durante la prestación del servicio, siempre y cuando, como decíamos, no entre en conflicto con la dejación de funciones a él atribuidas.

Se denominan “ejercicios de cuadro”, aquellos que sin necesidad de desplazamientos, tienen como objetivo, simular sobre maqueta o sobre plano, las funciones que le son atribuidas al personal de vigilancia y protección en los distintos Planes de Evacuación y Emergencias y/o Planes de Autoprotección.

En el caso de la vigilancia en infraestructuras estratégicas o críticas, como pudiere ser Metro, la formación “In Company”, podría tener lugar mientras el vigilante realiza su servicio en los andenes, unidades de tren y estaciones, instruyéndoles, por ejemplo, en técnicas de interpretación del lenguaje corporal o judo verbal.

Muchas otras propuestas formativas de interés para el personal de vigilancia, requieren del compromiso del cliente, del compromiso del vigilante de seguridad, del compromiso de la empresa y del compromiso del legislador, adaptándonos todos a la crisis que lejos de extinguirse, parece querer acompañarnos algún tiempo.

El Vigilante de Seguridad, resulta ser un pilar importante para la sociedad del bien estar, pues no olvidemos que gracias a él, la seguridad en infraestructuras como aeropuertos, puertos, hospitales y otros espacios de pública concurrencia, se asegura la integridad de millones de personas y aunque si bien, nos agradaría altamente poder destinar mayores esfuerzos a mejorar su formación, la responsabilidad para con el mantenimiento del empleo, nos lleva indefectiblemente a buscar soluciones novedosas en materia formativa, que nos permitan conciliar la voluntad de instruir con la necesidad de disponer de precios competitivos tanto en licitaciones públicas como en el cliente privado.

Quien escribe, es empleado, no empleador, comprometido con la formación, quien destina parte de sus recursos (tiempo y dinero), a mejorar sus conocimientos para que reviertan en la empresa, en el cliente y en uno mismo.

Desde la Consultoría, hemos colaborado en la creación de iniciativas formativas, de la mano del cliente, donde Cliente, Empleado y Empresa, hemos diseñado jornadas “In Company” monográficas durante el año, con el fin de abundar en aquellos aspectos legislativos, técnico-profesionales, socio-profesionales e instrumentales, recibiendo un retorno en la calidad, gracias a lo anterior.

Seguramente, muchos de los empleados del Grupo Sabico, tienen grandes ideas al respecto y esperamos recibir sus propuestas con el fin de debatirlas e incorporar aquellas que sean de interés, en nuestro Plan de Formación 2014, el cual, se encuentra ya en fase de gestación.

Entrada publicada por Sabico Seguridad, , el 06/06/2013 a las 15:18