El derecho a la privacidad, el atentado en Boston y las cámaras de seguridad
Lo hemos visto esta semana en los trágicos atentados acontecidos durante la disputa del maratón de Boston y de cómo sólo dos días después la policía había identificado mediante cámaras de seguridad de comercios a los dos sospechosos.
Esto nos puede hacer reflexionar acerca de cómo las cámaras de seguridad en espacios públicos pueden funcionar sobre las dos caras de una misma moneda. Por un lado, afectando presumiblemente nuestro derecho a la privacidad y por otro incidiendo positivamente en la seguridad ciudadana.
Es una tendencia generalizada y no sólo afecta a los sistemas de videovigilancia profesionales, el mercado de consumo está marcando una tendencia muy clara en este aspecto, lo estamos viendo con los nuevo smartphones, con novedosas aplicaciones para compartir mini-videos como la herramienta de video de twitter, Vine y más recientemente con las controvertidas Google Glass.
La cuestión a estas alturas ya no es si aceptamos o no estar bajo la atenta mirada de miles de ojos, sinceramente creo que será difícil oponer resistencia, como en su día lo fue la prohibición de hablar por el móvil por las molestias sonoras que generaba en lugar públicos como hospitales o colegios, sino de qué manera nos vamos a enfrentar a este nuevo reto y cómo vamos a asimilar que una herramienta de comunicación tan poderosa como el vídeo en tiempo real no se vuelva en nuestra contra y se convierta en una autentica pesadilla a la vuelta de cualquier esquina.
Y tú, ¿estás dispuesto a sacrificar una parte de tu intimidad por tener una mayor sensación de seguridad?
Entrada publicada por Carlos García Marín, Dpto. IT, el 19/04/2013 a las 15:36