Más de 13000 grabadores de vídeo contienen un fallo de seguridad que permite ver las cámaras sin necesidad de saber la contraseña
Es un extracto de una entrada de un blog de seguridad que leí hace un tiempo y que, sinceramente, lo que más me llamó la atención es que existen diferentes mapas publicados (como el de la imagen) con los videograbadores geo-posicionados para use y disfrute de todo aquel que se atreva a pasar esa delgada línea roja de la privacidad. Si se fija en el mapa no salimos mal parados, no obstante intuyo que es proporcional al número de dispositivos existentes.
Pero, ¿cómo puede ser que haya tantas cámaras privadas que en realidad emiten en abierto? ¿Es que nadie se preocupa que esto no ocurra? ¿Es legal conectarse a una de estas cámaras y “espiar” sin ser visto?
Empecemos desde el principio, de cuando los videograbadores eran CCTVs (Circuito Cerrado de TV) y tuvieron que “asomarse” a Internet, ahí empezaron los problemas:
Un grabador de vídeo (digital) (DVR, Digital Video Recorder o PVR, Personal Video Recorder) se puede definir como un dispositivo de grabación de vídeo en formato digital que sirve también para gestionar la visualización y domótica de tantas cámaras IP o analógicas como canales tenga el sistema.
Bien, ésta es la versión moderna de los antiguos CCTVs, sistemas cerrados, propietarios, que no necesitaban tener conexión con el exterior de la instalación, ¡por eso era un Circuito Cerrado de TV!
Llegó el día en el que estos videograbadores y sus primos cercanos, las cámaras IP tuvieron que exponerse para que cualquier persona, desde cualquier lugar y dispositivo pudiera ver qué estaba ocurriendo en su negocio, en su casa o donde fuera. Entonces ocurrió que se siguieron aplicando las mismas medidas de seguridad que entonces para un entorno totalmente nuevo, es decir, ninguna.
Llegado a este punto, pasamos a ofrecer algo de claridad, dos aspectos importantísimos cuando se trata de una instalación de videovigilancia con conexión a Internet:
a) La empresa que realiza la labor de implantar el sistema de videovigilancia.
b) La solución de videovigilancia elegida.
En el primer caso, es fundamental conocer las buenas prácticas cuando se implanta un sistema de videovigilancia, no dejarse llevar y confiar su instalación a empresas homologadas, que conozcan la técnica pero también los aspectos legales que conlleva este tipo de soluciones.
En el segundo caso, como todo en la vida habrá disparidad de opiniones y precisamente por este motivo es imprescindible dejarse asesorar por empresas como SABICO, que sean interlocutores globales de seguridad, con una larga trayectoria como instaladora de soluciones de videovigilancia, que colabore estrechamente con los fabricantes de tecnologías para que así pueda aportar soluciones cuando se comprometa TU seguridad.
Entrada publicada por Carlos García Marín, Dpto. IT, el 15/04/2013 a las 12:57