¡La seguridad de nuestras tarjetas y la consolidación de las cajas de ahorro!

El sábado pasado un cajero estropeado de mi Caja se comió mi tarjeta de crédito. Llamé al teléfono de atención al cliente para anularla, me pidieron una serie de explicaciones de si había metido o no mal el PIN; porque, claro, si es error mío me cobran el duplicado, si el error es de ellos a lo sumo se disculpan.

El miércoles, 4 días después, pude recoger mi nueva y “gratuita” tarjeta y, como de costumbre, me entregaron un papel con la nueva clave. Fui a un nuevo y flamante cajero recién rotulado de CajaBank. Detalle importante, CajaBank, ¡que no Caja! Cambié la clave que me dieron por la que uso habitualmente. Aproveché y también saqué dinero, que no tenía nada suelto. Pagué con tarjeta la compra en el súper de al lado de casa y también la gasolina del coche y hoy de la moto.

Hasta aquí todo bien, pero ahora cuando he ido a sacar dinero en un cajero,va y me aparece: ¡PIN ERRÓNEO!

No pasa nada, me habré confundido… Presto más atención la segunda vez y: ¡PIN ERRÓNEO!

No me la juego una tercera y llamo al teléfono de atención de la todavía llamada Caja, en el que tardan literalmente hablando una hora en atenderme, cada vez que llamaba decían que estaban todos los operadores ocupados, ¡¡y te cuelgan!!, no te mantienen a la espera, o te alientan a llamar más tarde, simplemente cuelgan.

Finalmente, consigo hablar con una chica muy maja llamada Juncal, que me interroga nuevamente sobre si he metido o no bien el PIN. Le aseguro que la segunda vez SÍ. Le insinúo si el problema puede ser de sus sistemas por haber cambiado la clave en una máquina nueva y estar intentando sacar dinero en una vieja. Me responde que no y que si lo vuelvo a intentar y no acierto se bloqueará la tarjeta y el lunes a primera hora tendría que ir a buscarla a esa oficina sin costes o a mi oficina habitual el martes con costes… ¿Cómo que con costes si yo estoy metiendo bien el PIN? Así que le comento que si voy a mi oficina, la de mi barrio, y se bloquea allí no me deberían cobrar nada, ¿verdad? En efecto, al ser la misma oficina no tienen ningún tipo coste. ¡Bien! ¡Vamos para el barrio!

Llego a mi sucursal y veo nuevamente la flamante máquina de CajaBank, y decido meter ahí mi tarjeta por si se debiera a algún problema en los sistemas de Caja y CajaBank, a pesar de que Juncal me ha dicho que no, y… ¡¡¡SORPRESA!!! ¡Me deja sacar dinero! No se ha bloqueado ni nada, de manera que a la pregunta de “¿quieres hacer otra operación?” respondo que sí y cambió mi clave por otra diferente. Recojo los fondos, la tarjeta y me muevo al cajero de al lado que es de la Caja. Meto la tarjeta, el nuevo PIN, y adivinad, ¡PIN ERRÓNEO!

¡Toma ya! Vuelvo a llamar a Caja, aunque ya me importa menos, porque tengo la tarjeta y he sacado fondos suficientes para el fin de semana, pero creía que debía informarles sobre el error en su sistema. ¡¡Y al otro lado de la línea, Juncal!! Bromeo con que si sólo curra ella el viernes por la tarde, por lo que tardan en cogerte y que hayamos coincidido, pero no, dice que ¡ha sido casualidad! Aunque no término de creérmelo.

Le comento que estoy delante de los cajeros y lo que me ha sucedido, y me dice que no estaba reportado ¡YUJU! ¡Soy el primero! Pasará un reporte para que lo solucionen lo antes posible y me da una lista con las oficinas de mi ciudad donde han puesto los cajeros nuevos.

¡Ahora ya solo me queda esperar unos meses para poder sacar dinero de cualquier cajero de mi nueva CajaBank sin miedo a que me trague la tarjeta! Y me cobren comisiones. Dichosas fusiones…

Entrada publicada por Josu Suárez Gonçalves, , el 08/03/2013 a las 21:00